Moctezuma Xocoyotzin, que era hijo de Axayácatl, se convirtió contra su voluntad en sucesor de Ahuízotl como gobernante de Tenochtitlan. Podemos decir de él, que no le gustaba el contacto con las personas de su pueblo.
lunes, 5 de noviembre de 2012
Moctezuma II AZTECAS
Moctezuma II
Moctezuma Xocoyotzin, que era hijo de Axayácatl, se convirtió contra su voluntad en sucesor de Ahuízotl como gobernante de Tenochtitlan. Podemos decir de él, que no le gustaba el contacto con las personas de su pueblo.
LOS AZTECAS Y MOCTEZUMA II DOCUMENTAL
Moctezuma Xocoyotzin, que era hijo de Axayácatl, se convirtió contra su voluntad en sucesor de Ahuízotl como gobernante de Tenochtitlan. Podemos decir de él, que no le gustaba el contacto con las personas de su pueblo.
domingo, 4 de noviembre de 2012
Hernan Cortez y el árbol de la noche triste
La Noche Triste
Se llama Noche Triste a la noche de lucha sin cuartel entre los españoles y sus aliados tlaxcaltecas, que huían de Tenochtitlán, la capital del imperio mexica en la que se hallaban sitiados, y la población local. El episodio se saldó con la muerte de la mitad de los invasores extranjeros, siendo heridos otros muchos y perdiéndose gran parte del botín obtenido hasta entonces. Es inverosímil que Cortés se quedara momentáneamente atrás para hacer recuento. Sería en ese momento, al constatar la magnitud del desastre, cuando lloraría bajo el ahuehuete, tal como relatan numerosas fuente.
Así pasaron la noche entera, forcejeando con enemigos sin rostro, lanzando estocadas al aire, un tramo de tablas tras otro y otro. Lucharon hasta la extenuación, incluso los moribundos. Nadie ignoraba qué destino aguardaba a los prisioneros. En la plataforma de la pirámide truncada, un cuchillo de obsidiana desgarraría el pecho, una mano con sangre seca en las uñas arrancaría el corazón y lo elevaría en ofrenda a Huitzilopochtli. Después, el brujo cortaría brazos y piernas que la población de la capital comería; el tronco, considerado impuro, sería arrojado escaleras abajo y alimentaría las fieras del zoo imperial. Sus propios aliados hacían lo mismo en Tlaxcala. Nadie quería ser capturado vivo.
Cuenta la leyenda que el último en abandonar la laguna fue Alvarado, el causante del desastre, que en la hora suprema salvó la vida utilizando una pica a modo de pértiga para saltar sobre el último hueco de la mortífera pasarela de tablas. Cortés seguramente secó los ojos con la mano sana antes de abandonar el cobijo del gran árbol y volver al camino. Quedaba mucho por andar, y deprisa. Los restos de su paño de lágrimas, el poderoso ahuehuete, muerto hace tiempo, también denominado sabino o ciprés mexicano, hoy árbol nacional, descansan en Popotla, en la calzada México-Tacuba, antes, hace medio milenio ya, Tenochtitlán-Tlacopán, cuando los habitantes del lugar, que por su longevidad y naturaleza proclive a la humedad lo llamaban en náhuatl “viejo del agua”, perseguían a unos invasores extranjeros y un conquistador español lloraba de pena y miedo bajo sus hojas.
Así pasaron la noche entera, forcejeando con enemigos sin rostro, lanzando estocadas al aire, un tramo de tablas tras otro y otro. Lucharon hasta la extenuación, incluso los moribundos. Nadie ignoraba qué destino aguardaba a los prisioneros. En la plataforma de la pirámide truncada, un cuchillo de obsidiana desgarraría el pecho, una mano con sangre seca en las uñas arrancaría el corazón y lo elevaría en ofrenda a Huitzilopochtli. Después, el brujo cortaría brazos y piernas que la población de la capital comería; el tronco, considerado impuro, sería arrojado escaleras abajo y alimentaría las fieras del zoo imperial. Sus propios aliados hacían lo mismo en Tlaxcala. Nadie quería ser capturado vivo.
Cuenta la leyenda que el último en abandonar la laguna fue Alvarado, el causante del desastre, que en la hora suprema salvó la vida utilizando una pica a modo de pértiga para saltar sobre el último hueco de la mortífera pasarela de tablas. Cortés seguramente secó los ojos con la mano sana antes de abandonar el cobijo del gran árbol y volver al camino. Quedaba mucho por andar, y deprisa. Los restos de su paño de lágrimas, el poderoso ahuehuete, muerto hace tiempo, también denominado sabino o ciprés mexicano, hoy árbol nacional, descansan en Popotla, en la calzada México-Tacuba, antes, hace medio milenio ya, Tenochtitlán-Tlacopán, cuando los habitantes del lugar, que por su longevidad y naturaleza proclive a la humedad lo llamaban en náhuatl “viejo del agua”, perseguían a unos invasores extranjeros y un conquistador español lloraba de pena y miedo bajo sus hojas.
EL JUEGO DE PELOTA Prehispanico
EL
JUEGO DE PELOTA TLACHTLI
El tlachtli se puede considerar como el antecedente prehispánico del moderno juego del futbol.
Aunque el tlachtli se jugaba con las caderas algunos elementos son semejantes a los del futbol contemporáneo. Por ejemplo el que se juegue en una cancha rectangular con gradas a las orillas.
El uso de una pelota elástica de dimensiones semejantes a la del balón de futbol. El enfrentamiento entre grupos de jugadores. Pero sobretodo la ritualización de este espectáculo es la razón del porque ahora hay tantos seguidores del futbol contemporáneo, una continuación de aquel antiguo juego.
En el tlachtli el balón es el sol, el astro mayor convertido en deidad; Tonatiuh, que va y viene de un lado al otro.
El actual estado de Tlaxcala, Tlachcala, era la casa del juego de pelota. También lo era Taxco o Tlaxco en el estado de Guerrero. Este juego estuvo asociado al tonalpohualli y el día 4-movimiento, nahui-ollin, representado por el sol era su día representativo. En el occidente del país a este juego se le denomina Ulama, palabra asociada al día ullin u ollin.
Los dioses jugaban con la pelota; el Sol. La pelota se hacia de hule, producto de la savia de una especie de árbol tropical endémico de América. Las hojas de este árbol son grandes y producen una sombra envidiable para las épocas de calor. Recordemos que antes de que existiera la industria petrolera generadora de todo tipo de plásticos las pelotas se hacían de hule.
Las pelotas prehispánicas se hacían con esta materia prima y se conocía la vulcanización, un proceso físico-químico un tanto complejo, un misterio para la arqueología saber como se llegó a conocer este proceso en épocas remotas.
En la versión más difundida del juego, los jugadores golpeaban la pelota con las caderas. Otras versiones permitían el uso de los antebrazos, raquetas, bates, o la manopla (piedra de mano). La pelota estaba hecha de caucho y pesaba hasta 4 kg, aunque el tamaño de la pelota difería mucho en el tiempo o según la versión del juego.
El juego tenía importantes aspectos rituales y los principales partidos formales del juego de pelota eran eventos rituales, que podían incluir el sacrificio humano. El deporte se jugaba también casualmente, para la recreación de los niños e incluso de las mujeres.4
Campos del juego de pelota fueron encontrados en toda Mesoamérica, hasta el sur de Nicaragua, y posiblemente tan al norte como el actual Arizona en los Estados Unidos.
Estos campos de juego de pelota varían considerablemente en tamaño, pero todos tienen largas pistas estrechas con paredes laterales utilizadas para rebotar la bola.
El juego podía ser brutal, incluso sin sacrificio humano, ya que la pesada y macisa pelota podía ocasionar graves lesiones. En la actualidad, los jugadores de ulama tienen "contusiones permanentes"22 mientras que hace casi 500 años el cronista español Diego Durán describió que algunos moretones eran tan graves que tuvieron que efectuar un corte abierto. También afirmó que incluso los jugadores podían perder la vida cuando la pelota los "golpeó en la boca o el estómago o los intestinos".23
Las reglas del juego de pelota, independientemente de la versión, no se conocen en detalle. En el ulama moderno, el juego se asemeja al voleibol excepto la existencia de una red,24 con cada equipo limitado a una mitad del campo. En la versión más difundida de ulama, la pelota es golpeada de un lado a otro sólo utilizando las caderas, hasta que un equipo no logra devolver la pelota o hasta que sale de la pista.
En el periodo Posclásico los mayas comenzaron a colocar anillos verticales de piedra a cada lado del campo, con el objeto de pasar la pelota a través de uno, una innovación que continuó posteriormente en la cultura tolteca y azteca.
En el juego de pelota mexica del siglo XVI, del que fueron testigos los conquistadores españoles, los jugadores perdieron puntos si la pelota rebotaba más de dos veces antes de volver al otro equipo, si la pelota salgaba de los límites del campo, o si se trataba –sin lograrlo– pasar la pelota a través de uno de los anillos de piedra colocados en cada pared a lo largo de la línea central.25 De acuerdo al cronista azteca del siglo XVI Toribio de Benavente Motolinía, se podía ganar puntos si la pelota toco la pared del lado opuesto, mientras que la victoria decisiva fue reservada al equipo que logró pasar la pelota a través del anillo.26 Sin embargo, pasar la pelota por el anillo era un evento raro. Los anillos en Chichén Itzá, por ejemplo, se encontraban a seis metros del campo de juego y la mayoría de los partidos fueron probablemente ganados por puntos.
El objetivo de los códices mesoamericanos es retener el tiempo y plasmar la historia y la religión. Al parecer, las imágenes eran más importantes que las palabras, sobre todo con los Aztecas y otros pueblos del centro de México. Hay que recordar que las historias se transmiten por tradición oral. Estos libros se utilizaban como parte de ceremonias religiosas.
Entre las imágenes más recurrentes se encuentran las del juego sagrado, el juego de pelota.
JUEGO DE PELOTA TLACHTLI
El tlachtli se puede considerar como el antecedente prehispánico del moderno juego del futbol.
Aunque el tlachtli se jugaba con las caderas algunos elementos son semejantes a los del futbol contemporáneo. Por ejemplo el que se juegue en una cancha rectangular con gradas a las orillas.
El uso de una pelota elástica de dimensiones semejantes a la del balón de futbol. El enfrentamiento entre grupos de jugadores. Pero sobretodo la ritualización de este espectáculo es la razón del porque ahora hay tantos seguidores del futbol contemporáneo, una continuación de aquel antiguo juego.
En el tlachtli el balón es el sol, el astro mayor convertido en deidad; Tonatiuh, que va y viene de un lado al otro.
El actual estado de Tlaxcala, Tlachcala, era la casa del juego de pelota. También lo era Taxco o Tlaxco en el estado de Guerrero. Este juego estuvo asociado al tonalpohualli y el día 4-movimiento, nahui-ollin, representado por el sol era su día representativo. En el occidente del país a este juego se le denomina Ulama, palabra asociada al día ullin u ollin.
Los dioses jugaban con la pelota; el Sol. La pelota se hacia de hule, producto de la savia de una especie de árbol tropical endémico de América. Las hojas de este árbol son grandes y producen una sombra envidiable para las épocas de calor. Recordemos que antes de que existiera la industria petrolera generadora de todo tipo de plásticos las pelotas se hacían de hule.
Las pelotas prehispánicas se hacían con esta materia prima y se conocía la vulcanización, un proceso físico-químico un tanto complejo, un misterio para la arqueología saber como se llegó a conocer este proceso en épocas remotas.
En la versión más difundida del juego, los jugadores golpeaban la pelota con las caderas. Otras versiones permitían el uso de los antebrazos, raquetas, bates, o la manopla (piedra de mano). La pelota estaba hecha de caucho y pesaba hasta 4 kg, aunque el tamaño de la pelota difería mucho en el tiempo o según la versión del juego.
El juego tenía importantes aspectos rituales y los principales partidos formales del juego de pelota eran eventos rituales, que podían incluir el sacrificio humano. El deporte se jugaba también casualmente, para la recreación de los niños e incluso de las mujeres.4
Campos del juego de pelota fueron encontrados en toda Mesoamérica, hasta el sur de Nicaragua, y posiblemente tan al norte como el actual Arizona en los Estados Unidos.
Estos campos de juego de pelota varían considerablemente en tamaño, pero todos tienen largas pistas estrechas con paredes laterales utilizadas para rebotar la bola.
El juego podía ser brutal, incluso sin sacrificio humano, ya que la pesada y macisa pelota podía ocasionar graves lesiones. En la actualidad, los jugadores de ulama tienen "contusiones permanentes"22 mientras que hace casi 500 años el cronista español Diego Durán describió que algunos moretones eran tan graves que tuvieron que efectuar un corte abierto. También afirmó que incluso los jugadores podían perder la vida cuando la pelota los "golpeó en la boca o el estómago o los intestinos".23
Las reglas del juego de pelota, independientemente de la versión, no se conocen en detalle. En el ulama moderno, el juego se asemeja al voleibol excepto la existencia de una red,24 con cada equipo limitado a una mitad del campo. En la versión más difundida de ulama, la pelota es golpeada de un lado a otro sólo utilizando las caderas, hasta que un equipo no logra devolver la pelota o hasta que sale de la pista.
En el periodo Posclásico los mayas comenzaron a colocar anillos verticales de piedra a cada lado del campo, con el objeto de pasar la pelota a través de uno, una innovación que continuó posteriormente en la cultura tolteca y azteca.
En el juego de pelota mexica del siglo XVI, del que fueron testigos los conquistadores españoles, los jugadores perdieron puntos si la pelota rebotaba más de dos veces antes de volver al otro equipo, si la pelota salgaba de los límites del campo, o si se trataba –sin lograrlo– pasar la pelota a través de uno de los anillos de piedra colocados en cada pared a lo largo de la línea central.25 De acuerdo al cronista azteca del siglo XVI Toribio de Benavente Motolinía, se podía ganar puntos si la pelota toco la pared del lado opuesto, mientras que la victoria decisiva fue reservada al equipo que logró pasar la pelota a través del anillo.26 Sin embargo, pasar la pelota por el anillo era un evento raro. Los anillos en Chichén Itzá, por ejemplo, se encontraban a seis metros del campo de juego y la mayoría de los partidos fueron probablemente ganados por puntos.
El objetivo de los códices mesoamericanos es retener el tiempo y plasmar la historia y la religión. Al parecer, las imágenes eran más importantes que las palabras, sobre todo con los Aztecas y otros pueblos del centro de México. Hay que recordar que las historias se transmiten por tradición oral. Estos libros se utilizaban como parte de ceremonias religiosas.
Entre las imágenes más recurrentes se encuentran las del juego sagrado, el juego de pelota.
Templo Mayor Construccion
EL TEMPLO MAYOR
Este edificio originalmente se llamaba Coatepec que quiere decir "Cerro de las Serpientes" en Nahuatl segun la mitologia Mexica aqui se llevo a cabo la batalla emtre la Coyolxauhqui y su hermano Huitzilopochtli, era la hija mayor de la Coatlicue que significa la de "La de la falda de Serpientes", era una diosa que vivia sola en el cerro Coatepec y que un dia quedo embarazada por una pluma que cayo del cielo. Al saberlo, la Coyolxauhqui que significa "la que esta adornada con cascabeles", se enojo mucho con ella y decidio matarla, los 400 Huitznahua juntos fueron a atacar a su madre, pero cuendo llegaron a la punta del cerro Coatlicue dio a luz a Hiutzilopochtli que nació armado como un terrible guerrero con la serpiente de fuego llamada "Xiuhcoatl" que era el arma mas terrible y mortal que existía y el que era tan valiente mato a todos sus hermanos, despues peleo con ella le corto los brazos, y las piernas y al final la cabeza y despues lanzo a Coyolxauhqui por la ladera del cerro donde quedo tirada (¡terrible final!). Desde entonces Huitzilopochtli se convertía en el dios principal de los Mexicas.
LA CONSTRUCCION DEL TEMPLO MAYOR TENOCHTITLAN
El Templo Mayor era la mayor estructura de la ciudad, ubicado en el centro ceremonial de la capital del imperio, en lo que fue el islote original de su fundación. En realidad era un templo doble, formado por la típica pirámide trunca, pero de doble escalinata y con un templete anexo en cada esquina frontal de su base, que tenía unos 60 metros de alto, y en su cima los dos templos, dedicado uno al culto de Tláloc, dios de la lluvia (al norte, con pintura azul), y el otro a Huitzilopochtli, dios de la guerra (al sur, con pintura roja).
De la segunda etapa sabemos que es anterior a 1428 y conocemos bien su parte superior, se han hallado los dos adoratorios de la cima así como un chac-mool frente al adoratorio de Tláloc y una piedra de sacrificios frente al de Huitzilopochtli. Además se conservan pinturas murales del adoratorio de Tláloc.
Por otra parte en el último escalón frente a la piedra de sacrificios se halla un glifo que de ser numeral estaría datando esta capa al año 1390.
La tercera etapa está datada en 1431 (4 caña) del reinado del emperador Itzcóatl, se conservan las escalinatas así como parte del pavimento.
Este edificio originalmente se llamaba Coatepec que quiere decir "Cerro de las Serpientes" en Nahuatl segun la mitologia Mexica aqui se llevo a cabo la batalla emtre la Coyolxauhqui y su hermano Huitzilopochtli, era la hija mayor de la Coatlicue que significa la de "La de la falda de Serpientes", era una diosa que vivia sola en el cerro Coatepec y que un dia quedo embarazada por una pluma que cayo del cielo. Al saberlo, la Coyolxauhqui que significa "la que esta adornada con cascabeles", se enojo mucho con ella y decidio matarla, los 400 Huitznahua juntos fueron a atacar a su madre, pero cuendo llegaron a la punta del cerro Coatlicue dio a luz a Hiutzilopochtli que nació armado como un terrible guerrero con la serpiente de fuego llamada "Xiuhcoatl" que era el arma mas terrible y mortal que existía y el que era tan valiente mato a todos sus hermanos, despues peleo con ella le corto los brazos, y las piernas y al final la cabeza y despues lanzo a Coyolxauhqui por la ladera del cerro donde quedo tirada (¡terrible final!). Desde entonces Huitzilopochtli se convertía en el dios principal de los Mexicas.
LA CONSTRUCCION DEL TEMPLO MAYOR TENOCHTITLAN
El Templo Mayor era la mayor estructura de la ciudad, ubicado en el centro ceremonial de la capital del imperio, en lo que fue el islote original de su fundación. En realidad era un templo doble, formado por la típica pirámide trunca, pero de doble escalinata y con un templete anexo en cada esquina frontal de su base, que tenía unos 60 metros de alto, y en su cima los dos templos, dedicado uno al culto de Tláloc, dios de la lluvia (al norte, con pintura azul), y el otro a Huitzilopochtli, dios de la guerra (al sur, con pintura roja).
Etapas
El templo mayor fue construido en siete etapas y tuvo cuatro ampliaciones, estas sucesivas construcciones se iban amontonando una sobre otra de forma que cada una recubría la anterior.
De la primera etapa, la original, no queda ninguna evidencia debido a que habría sido levantada con un material perecedero.
El templo mayor fue construido en siete etapas y tuvo cuatro ampliaciones, estas sucesivas construcciones se iban amontonando una sobre otra de forma que cada una recubría la anterior.
De la primera etapa, la original, no queda ninguna evidencia debido a que habría sido levantada con un material perecedero.
De la segunda etapa sabemos que es anterior a 1428 y conocemos bien su parte superior, se han hallado los dos adoratorios de la cima así como un chac-mool frente al adoratorio de Tláloc y una piedra de sacrificios frente al de Huitzilopochtli. Además se conservan pinturas murales del adoratorio de Tláloc.
Por otra parte en el último escalón frente a la piedra de sacrificios se halla un glifo que de ser numeral estaría datando esta capa al año 1390.
La tercera etapa está datada en 1431 (4 caña) del reinado del emperador Itzcóatl, se conservan las escalinatas así como parte del pavimento.
De la cuarta etapa, hacia 1454 con Moctezuma I, se han hallado numerosos elementos no arquitectónicos, estaba completamente rodeada de braseros con atribuciones a Tláloc y a Huitzilopochtli. La cuarta capa fue ampliada por su parte delantera con una plataforma adornada con serpientes ondulantes, las alfardas de la escalera también terminan con serpientes. Además en la base del templo de Huitzilopochtli se hizo el hallazgo de un disco pétreo con relieve de Coyolxauhqui, que germinó el deseo de comenzar las excavaciones del templo.
La ampliación quizá date del reinado de Axayácatl.
La quinta etapa solo dejó la plataforma general estucada y parte del piso ceremonial. Dataría del 1470 aproximadamente.
La sexta etapa fue construida hacia 1500 y de ella permanece parte de la fachada principal con un muro con tres testas de serpientes.
Finalmente la séptima está datada entre 1500 y 1521, es la que contemplaron los primeros españoles y de ellas apenas se conserva el piso de lajas del recinto ceremonial.
La ampliación quizá date del reinado de Axayácatl.
La quinta etapa solo dejó la plataforma general estucada y parte del piso ceremonial. Dataría del 1470 aproximadamente.
La sexta etapa fue construida hacia 1500 y de ella permanece parte de la fachada principal con un muro con tres testas de serpientes.
Finalmente la séptima está datada entre 1500 y 1521, es la que contemplaron los primeros españoles y de ellas apenas se conserva el piso de lajas del recinto ceremonial.
domingo, 29 de abril de 2012
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